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En el dinámico mundo de la fotografía analógica, Albert Roig, fundador de Carmencita Film Lab, ha sabido fusionar pasión y negocio, ofreciendo a los amantes de este arte una experiencia única y de calidad. Durante nuestra conversación, Albert compartió su trayectoria y visión, desde sus humildes comienzos en el ámbito de la fotografía hasta la expansión de su laboratorio a varias ciudades europeas. Resaltó la importancia de la simplicidad y la creación de relaciones sólidas con los clientes, lo que ha permitido a Carmencita no solo sobrevivir, sino también prosperar en un sector en constante cambio. Con un enfoque en el servicio al cliente y un compromiso inquebrantable con la calidad, Albert nos llevó a descubrir cómo su laboratorio ha transformado la forma en que se percibe el revelado de fotografías.

Conociéndonos

En nuestra reciente conversación con Albert Roig, fundador de Carmencita Film Lab, tuvimos la oportunidad de conocernos y compartir experiencias sobre el mundo del negocio. Albert compartió su perspectiva sobre el funcionamiento de las comercializadoras eléctricas, destacando la necesidad de simplificar procesos en un sector que a menudo puede resultar confuso tanto para los consumidores como para los proveedores. Por su parte, nosotros en Lumio también enfatizamos la importancia de simplificar la experiencia del usuario, facilitando el acceso a información clara y transparente sobre las opciones energéticas disponibles.

La esencia del negocio

Albert nos contó cómo funciona su negocio: un revelador genera trabajo para cuatro personas. En Carmencita, la calidad del revelado es primordial. Hablamos de la importancia de crear valor en el servicio que ofrecen. Coincidimos con él en la mentalidad a largo plazo; no se trata solo de hacer una venta, sino de construir relaciones duraderas con los clientes, ofreciendo una experiencia memorable que fomente la lealtad.

Las sedes de Carmencita

Carmencita Film Lab cuenta con sedes en Madrid, Valencia, Barcelona y Lisboa. Albert nos compartió su filosofía de gestión: cada equipo se maneja de forma autónoma. Compara esta estructura organizativa con una familia numerosa donde cada hermano cuida de los más pequeños. Esta descentralización permite que cada sede se adapte a las necesidades locales y fomenta un ambiente de responsabilidad y empoderamiento entre los empleados.

El inicio en Estados Unidos

La historia de cómo Albert llegó a trabajar en el ámbito de la fotografía es fascinante. Desde muy joven, se interesó por la fotografía analógica. Todo comenzó en un grupo de Facebook, donde respondió a un anuncio de una beca en menos de 15 palabras. Este momento lo llevó a Hawái, donde tuvo la oportunidad de aprender de su primer mentor en el laboratorio de fotografía. Durante ese año, no solo aprendió sobre el proceso de revelado, sino que también vivió experiencias inolvidables, como asistir a bautizos y bodas, lo que le permitió entender mejor la importancia de capturar momentos significativos.

Albert recuerda con cariño esa oportunidad de mentoría y reconoce su influencia en su carrera. Por esta razón, en Carmencita han establecido también un programa de prácticas, buscando ofrecer a nuevos talentos la misma oportunidad que él recibió.

La importancia de las relaciones humanas

A lo largo de nuestra conversación, Albert enfatizó la importancia de las relaciones humanas en el mundo de los negocios. Para él, ser serio, responsable y amable es clave para asegurar la sostenibilidad de cualquier empresa. «Si tratas bien a la gente, no te vas a la bancarrota», afirma con convicción. Esta filosofía se traduce en proyectos a largo plazo, donde el trato amable y el compromiso con el cliente son fundamentales.

Reinventar el negocio del revelado

El negocio del revelado se enfrenta a retos constantes, especialmente en un sector donde muchos profesionales se están jubilando. Albert nos cuenta cómo busca reinventarse y atraer a una nueva generación de fotógrafos. Un ejemplo inspirador que menciona es el de un empresario en París que creó una gasolinera de lujo, transformando la experiencia de llenar el tanque en un evento único. Este enfoque es aplicable al mundo del revelado, donde Carmencita no solo ofrece un servicio, sino que crea una auténtica experiencia en torno a la acción de revelar fotografías.

Desde el ritual de preparar las fotos para su revelado hasta la recepción del producto final, cada paso es pensado para que el cliente sienta que está participando en algo especial.

El nombre de Carmencita

Con humor, Albert nos comparte la anécdota del origen del nombre Carmencita. Resulta que su socio Miguel quería abrir el laboratorio en el barrio de El Carmen en Valencia. Sin embargo, el nombre también ha demostrado ser atractivo para los extranjeros, lo que ha contribuido a la internacionalización de la marca. Este enfoque en el nombre refleja la intención de atraer a un público diverso y a una comunidad global de amantes de la fotografía.

La filosofía de servicio de Carmencita

Lo que distingue a Carmencita Film Lab es su compromiso de ser lo más amables posibles con los clientes. Albert cree firmemente que tratar a los clientes con respeto es esencial. Al haber sido ellos mismos clientes de servicios de revelado, saben cómo les gusta ser tratados. Esta empatía les permite construir un servicio que realmente resuena con las necesidades y expectativas de sus clientes.

Durante nuestra charla, Albert comentó las fotos del viaje de verano de María y compartió algunos consejos sobre cámaras desechables. Entre sus recomendaciones:

  • Uso del flash: «Siempre pon el flash, incluso si parece que hay suficiente luz. Muchas fotos salen grises si no hay suficiente exposición».
  • Calidad del carrete: «El carrete en sí es más nítido que el revelado que nos ofrecen normalmente, así que es crucial contar con un buen servicio de revelado».
  • Exposición: «Cuando hay poca luz, maximizamos la exposición en los revelados tradicionales para captar la mejor calidad posible».

Otra modalidad de negocio

Carmencita no solo se limita a su laboratorio, sino que también ofrece servicios de revelado a tiendas de fotografía en toda España. Este modelo permite a las tiendas ofrecer un servicio de revelado de alta calidad y escaneado a sus clientes, asegurando que la experiencia de revelar no se convierta en una desmotivación para los fotógrafos.

Internacionalización y aprendizaje

El camino hacia la internacionalización comenzó con una comunidad de fotógrafos analógicos que, aunque no es muy grande, es bastante internacional. Albert aprendió mucho de sus viajes y experiencias fuera de España, y deseaba transmitir lo que hacen en Carmencita al mundo entero. No quería cerrarse puertas, y esa apertura ha permitido a Carmencita destacar en un mercado donde pocos ofrecen un servicio similar.

La elección de abrir una tienda fue estratégica; quisieron crear una experiencia real y tangible para sus clientes. Colaboraron con una interiorista que les ayudó a diseñar su primer local en Valencia, creando un ambiente que refleja la esencia de la marca. Alexis menciona que la vibra de la tienda de la calle Argensola en Madrid le recuerda a La Gildería, lo que muestra su interés en construir un espacio que fomente la comunidad y la creatividad.

Momentos significativos en la fotografía

A medida que avanzamos en la conversación, le preguntamos a Albert sobre momentos de la historia que le gustaría haber fotografiado. «Hubiera querido estar presente en la primera llegada al continente americano», dice. En contraste, Alexis, CEO de Lumio, , menciona que prefiere el Imperio Romano, disfrutando de un vino al lado del Coliseo. Estas reflexiones sobre la historia subrayan la pasión que Albert tiene por capturar momentos significativos a través de su lente.

Cuando le preguntamos si se pone nervioso al hacer un shooting, Albert responde que no es nervio, sino emoción. Recuerda la inauguración de su tienda, donde tuvo que dar un discurso, y describe esa experiencia como una mezcla de vergüenza y alegría.

Nuestra pregunta: el árbol.

Al terminar la conversación entre risas, le preguntamos sobre qué árbol elegiría si tuviese que poner una foto enorme de un árbol en su casa. Albert menciona el Hosen Ji, uno de los pocos árboles que sobrevivieron a Hiroshima, y que tiene forma de abanico. Esta elección no solo refleja su aprecio por la naturaleza, sino también una conexión con la resiliencia y la historia.

Para concluir, Albert comparte un momento reciente que le hubiera gustado capturar con su cámara. Alexis menciona una sesión en una discoteca donde un amigo estaba pinchando, mientras que Albert recuerda un hermoso paisaje en Palma de Mallorca que vio con su pareja.

Terminamos nuestra conversación con una foto de recuerdo, como no podía ser de otra manera.

Con Carmencita Film Lab, Albert Roig ha sabido crear no solo un negocio, sino una comunidad en torno a la fotografía analógica, fusionando la tradición con la modernidad y ofreciendo a sus clientes una experiencia inolvidable. A través de su enfoque en las relaciones humanas y la innovación, Albert nos muestra que es posible reinventar un sector y construir un legado duradero.

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